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25 septiembre, 2023

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SALUD. 3 de Junio de 2023.- Hay que elegir bien la actividad: porque no todas valen y algunas pueden ser peligrosas

Ejercicio aeróbico moderado
«Ayuda a quemar calorías y mejorar la salud cardiovascular. Pero al comenzar mejor evitar actividades de impacto (como correr o saltar), ya que pueden ejercer una presión adicional en las articulaciones, especialmente en las rodillas y los tobillos. Se puede aumentar gradualmente la intensidad y la duración y, según la evolución del paciente, puede ser interesante el ejercicio aeróbico interválico, donde se alternan períodos de alta intensidad con períodos de baja intensidad o descanso, ya que es muy efectivo para quemar más calorías y mejorar la capacidad cardiovascular», apunta Supervia.

Entrenamiento de fuerza
Hasta no hace mucho era considerado totalmente secundario en los casos de obesidad. Pero ahora se prescriben ejercicios de fuerza (con pesas, máquinas o el propio peso muscular) por su eficacia para activar el metabolismo, algo clave para todas las personas, pero para las obesas especialmente: al incrementar la masa muscular con ejercicios de peso, su consumo calórico es mayor en situaciones de reposo, algo extremadamente útil en su caso. «Eso sí, hay que empezar con cargas muy ligeras», recalca Supervia.

Actividades agradables
«Bailar, pasear… Es beneficioso fomentar actividades que sean agradables y estimulantes que aumenten su actividad física», aconseja la médico rehabilitadora.En algunos casos, los obesos son personas que han sido sedentarias durante muchos años y meterse de repente en un gimnasio o a hacer un deporte puede ser para ellos un salto demasiado grande. Si es así, mejor empezar por actividades que resulten más placenteras o compaginarlas con el ‘trabajo duro’ para que su cerebro reciba recompensas y, por tanto, empiece a asentar la costumbre de moverse.

¿Alguna actividad ‘prohibida’?

«Uno de los deportes que más desaconsejamos a personas con obesidad es el frontón por el impacto que implica en algunas articulaciones especialmenet tocadas en casos de obesidad y por las grandes tensiones que producen las fuerzas que se generan durante su práctica. El fútbol también: las articulaciones de rodillas y caderas sufren, lo mismo que ocurre en deportes de contacto como el rugby, contraindicado en personas con obesidad de moderada a severa», repasa el médico rehabilitador.

Fuentes: elcorreo.com

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