POR: JOSÉ ALBERTO ZEA DOMÍNGUEZ.
18:46 horas
TLALMANALCO, MEX.- Durante la vida como pueblo prehispanico y época revolucionaria, Tlalmanalco, se ha distinguido por ser neutral en los momentos belicos uno de los casos fue hace 500 años de la, «Conquista de México-Tenochtitlan», dónde los originarios de éste municipio, no participó con los españoles y otros pueblos rumbo a la invasión de la ciudad de los mexhicas y la otra fue en la época revolucionaria, donde Tlalmanalco, fue un municipio neutral.
El 5 de noviembre de 1519, los españoles permitan en la zona habitacional de élite de la nobleza Tlacochxalca, que hoy en día se está realizando un importante salvamento Arqueológico, y quizás en el Tepatlalco que aún se ve dicha ruinas, pudiera ser el lugar que, se quedó a descansar Hernán Cortés, y las huestes ibéricas.
Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin, en las relaciones de Chalco Amaquemecan, cuenta que, cuando bajo del ahora que se le conoce como el Paso de Cortés, bajaron por Amecameca, sin embargo, no se quiso quedar a pernotar y se fue hacia Tlalmamalco, dónde lo recibieron con danzas y mucha comida, cosa que, a través de su traductora, Malitzin, (Malinchista), les agradeció el gesto de su estancia, partiendo para la Ribera del Lago de Chalco, el 6 de noviembre de 1519.
Al parecer Hernán Cortés, pudiera convencer a los caciques que se le unieran a los hispanos, cosa que, los Tlacochxalcas, le dijeron que no, ya sea por miedo a los tenochxcas o por sus deidades que tenían.
Si bien otros pueblos le rendían pleitesía a los españoles, porque todavía creían que era Ce Acatl Topilzin Quezalcoatl, los Tlacochxalcas, veían en los hispanos como seres humanos como ellos, con la diferencia que, los españoles eran de tes blanca y ello de piel morena.
Los Tlacochxalcas, les abrieron las puertas y descansaron todo el día y la noche, e inclusive les dieron viandas para el camino hacia México-Tenochtitlan, el cuál le quedó claro que, Tlalmamalco, no iba a intervenir en la invasión de la ciudad Mexhica.
En la época revolucionaria, Tlalmamalco, también no intervino ni a favor ni en contra, fue el único municipio que, no quemaron archivos ni la iglesia la saquearon.
En el año de 1914 a 1918, las fuerzas Zapatistas, estuvieron en la fábrica de papel San Rafael y las huestes Carrancistas su cuartel fue las instalaciones de la presidencia municipal, en dónde ni una de las dos fuerzas se enfrentaban, sin embargo, fueras de la frontera del municipio, hubo enfrentamiento belicoso.
Las familias de San Juan Atzacualoya, les llevaban alimentos a los Zapatistas y en la cabecera Municipal, las familias alimentaban al ejército Carrancista.
Los alimentos eran en agradecimiento porque las dos partes en guerra, no se metían en los hogares, cosa curiosa que, llegaban familias de otros pueblos y compraban terrenos para construir sus casas, ya qué se sentían seguros de vivir en un pueblo neutral.
Cómo vemos Tlalmamalco, se ha distinguido por ser un pueblo amigo, y mi pregunta sería, «Que festejamos estos 500 años ya no de la resistencia de los pueblos originarios, que todavía los gobiernos federales nos han pisoteado más que los españoles en la época prehispánica», esa es mi reflexión.
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