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18 abril, 2024

Tabasqueño

Medio siglo después de los sucesos de Tlatelolco, donde los estudiantes, luego de diversos movimientos ferrocarrileros, médicos, magisteriales y campesinos, buscaron que los derechos constitucionales se cumplieran en el país para dar paso a un gobierno democrático donde la soberanía popular se expresara en sus políticas públicas, se espera que el nuevo gobierno de alguna manera sea reflejo de esas demandas.
Y es que los derechos legales de la Constitución por lo general no son cumplidos por los gobiernos e instituciones que deben velar por su cumplimiento, ya que primero no se promueve el conocimiento entre la población, de sus derechos y deberes como firmantes del pacto social al que estamos sujetos desde nuestra llegada al mundo, sino que se deja a la discreción su cumplimiento.
Aún ahora en la llamada sociedad de la información que vivimos, la cauda de hechos y noticias que nos atosigan cada segundo, han aumentado la desinformación de la sociedad en su conjunto. Primero se escondía la información, ahora nos inunda y no sabemos cuáles son, para qué nos sirven, cómo utilizarla, cuándo, por qué y para qué sobre toda la información que necesitamos.
Ahora se desinforma inventando información que nos llegan por las redes sociales para así confundir a los seguidores de un partido, de una organización, de una institución, de cualquier sector de la sociedad y evitar o provocar sucesos de diversos tipos en la vida de la sociedad mexicana.
Después de la matanza del 68, diversos grupos optaron por la vía guerrillera para transformar el país, otros por la vía de la organización política para que se cumpliera nuestros derechos a la reunión, manifestación y agrupación con fines de interés políticos, así surgieron diversos partidos de izquierda como el PMT y PSUM, después el PMS y el PRD.
Lo único que demandaban era que si la soberanía radica en el pueblo y este tiene en todo momento el derecho a cambiar su forma de gobierno, que se hiciera efectivo el lema por el cual se inició en 1910 una Revolución que dejó más de 10 millones de muertos, de “Sufragio Efectivo”, que décadas después de institucionalizarse el movimiento, el gobierno surgido de él no lo cumplía y dejaba todo a la discreción de su clase gobernante.
Con la reforma electoral se institucionalizó la oposición para que desde algunos nichos de poder pudieran expresarse, aun cuando se mantuviera en los hechos el sistema político, solo que con más apertura en 1977; pasaron dos décadas para que en 1997 comenzarán los primeros cambios de fondo en los poderes del país, al perder el partido oficial su mayoría en el Congreso y tener que compartir con otros dos las decisiones en el mismo.
Pero la oposición se hizo copartícipe de las corruptelas del sistema en la medida en que fue ganando posiciones de poder en el país, estados y municipios, al mimetizar en los hechos, todos los vicios que le criticaban al viejo partido en el gobierno. “No hacemos lo mismo, lo hacemos mejor”, fue la respuesta de la izquierda en el gobierno cuando la cuestionamos de la corrupción en sus filas, igual a la del otrora partido único.
Todavía tuvieron que pasar dos décadas más, después de tres sexenios perdidos en los 18 años que llevamos en el nuevo siglo XXI, para que el recuerdo de los estudiantes y mexicanos que perdieron la vida en 1968 estén en el muro de honor del Congreso, por el presidente electo y los contingentes universitarios de ahora.
50 años después ¿llegó la hora de la democracia, de la libertad sindical, del respeto a los derechos ciudadanos, de la participación en la toma de decisiones, de la representación verdadera de los intereses de la Nación en los Tres Poderes de la Unión y los tres niveles de gobierno? ¿O habrá que esperar otro medio siglo y una nueva Revolución?

SANDINISTAS IGUAL A SOMOCISTAS
Una revolución que ya naufragó es sin duda la Sandinista en Nicaragua, donde el Díaz Ordaz que gobierna, Daniel Ortega, y su vicepresidenta Rosario Murillo, no tienen nada que envidiarle a los Somoza que derrocaron en los 70 del siglo pasado, movimiento al que de manera solidaria nos sumamos miles de mexicanos para que terminaran con la dictadura de esa familia.
Casi cuatro décadas después, la demanda es terminar con la dictadura de la familia Ortega-Murillo que controla la economía, los medios de comunicación, los poderes de ese país centroamericano, y la vida de los nicaragüenses a los que ha asesinado desde abril pasado de manera impune con sus grupos paramilitares que la juventud sandinista de Murillo controla y la Policía Nacional en manos de Ortega, ejecuta.
Este fin de semana ante el creciente descontento de la población contra su gobierno, como pasó en México, pese a tener derechos a reunirse y manifestarse, los Sandinistas/Somocistas, decretaron que convocar a manifestarse o reunirse es un delito y la policía y grupos paramilitares que han asesinado a más de 500 personas en los últimos 5 meses, cometiendo delitos de lesa humanidad contra los nicaragüenses, trataron de evitar que se agruparan.
Parece que ocurrió lo mismo que les pasó a grupos de izquierda en México cuando probaron la miel del poder, mimetizaron las costumbres, métodos y acciones de la dictadura somocistas a la que combatieron, para ahora hacer cosas peores que ellos, como quemar a una familia completa en su propia casa, ejecutada por sandinistas porque ahí se reunían opositores, o la detención de Coquito por la policía como si fuera delincuente, por repartir bolsas con agua a los manifestantes este fin de semana, de manera solidaria como lo ha hecho esta sexagenaria. Las imágenes de como la suben a una pickup de la policía recorrieron el mundo.
La mayoría de los sandinistas que triunfaron en la revolución condenan las acciones del gobierno Ortega-Murillo, incluyendo sus propios familiares, pero se niega a aceptar el veredicto de la gente, algo de lo bueno que debe aprenderle ahora a México.

PROTECCIÓN A PERIODISTAS
El gremio periodístico, así como los defensores de derechos humanos y medio ambiente, seguimos poniendo los muertos ante la ausencia del Estado de Derecho en el país, la omisión de las instituciones en cumplir con sus responsabilidades y la falta de interés de la clase política de ver primero por México.
En septiembre de 2017, un grupo de periodistas cansados de la retórica gubernamental que siempre habla de que la libertad de expresión es la piedra angular de la democracia, pero en la práctica no hace nada por defenderla, como Benito Juárez con otras palabras en su época lo advirtió, entregó al Congreso del Estado de México una iniciativa de Ley de Protección Integral de Periodistas.
Uno de los tres tristes tigres tricolores que ganó de mayoría una diputación federal es quien durante 3 años presidió la Jucopo en la LIX Legislatura local y que nunca demostró interés por legislar a favor de la protección de los periodistas.
Hoy hay una nueva mayoría, pero muchos de ellos han sido colaboradores del sistema en ocasiones anteriores, por lo que falta que demuestren su interés por legislar a favor de los mexiquenses y los periodistas en este caso, para hacer efectivo el dicho de que para gobernar hay que comunicar, no callar a la verdad asesinando a periodistas y agrediendo a medios de comunicación, como sucede en muchos puntos del país.
Pueden dar el ejemplo a México aprobando la Ley de Protección a Periodistas de manera integral y que a la federación le falta.
Comentarios a uliseshj@hotmail.com
Visita http://www.legislativotv.com.mx

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