OPINIÓN: EN EL PRD EDOMEX, «¡VEN LA TEMPESTAD Y NO SE HINCAN!»

JUAN LÁZARO SANTIAGO
En el PRD Estado de México nadie escucha el consejo de la abuela: «¡Ven la tempestad y no se hincan!» El electorado está a punto de arrojar al partido del sol azteca al cuarto lugar en las elecciones del próximo 4 de junio, cuando se elija a un nuevo gobernador o gobernadora mexiquense, y las tribus siguen con el hacha «de guerra».

Hay cuatro precandidatos feroces, con los colmillos afilados, algunos de ellos, financiados para desestabilizar y desgastar al perredismo; otros, lanzando acusaciones sin probar.

Se vive una «verdadera carnicería» al interior de las tribus del PRD mexiquense: ADN con Juan Zepeda Hernández, Nueva Izquierda con Javier Salinas Narváez, Max Correa apoyándose de corrientes campesinas y grupos aislados del Partido del Trabajo y Eduardo Neri, alcalde con licencia de Capulhuac, de ADN se fue a refugiar al grupo Galileo.

En el escenario mexiquense, Juan Zepeda y Javier Salinas, son los que más se han movido entre sus cuadros militante, aunque Javier Salinas es el que más lodo ha arrojado a su más fuerte contrincante, mientras que Juan Zepeda ha sido cauto en sus presentaciones internas en la militancia.

Javier Salinas utiliza similar estrategia que Delfina Gómez: eventos públicos, Juan Zepeda, es cuidadoso hasta con el manejo de sus discursos, para no violentar las leyes electorales.

Max Agustín Correa, un militante de la vieja izquierda, líder cardenista de campesinos, se esfuerza para obtener seguidores en el Estado de México, pero le es difícil, por ello, recurre a sus contactos líderes campesinos, asociaciones y desprendimientos del PT para cumplir con sus actos de precampaña.

Incluso, para hacerse notar, le pidió a Delfina Gómez, que «decline a favor de él».

Mientras que Eduardo Neri, alcalde con licencia de Capulhuac, hace anuncios desde la feria de la barbacoa de su pueblo, de algún jaripeo o aprovecha todo evento social, para hacerse escuchar como precandidato.

Llegó a la alcaldía de Capulhuac gracias al apoyo de ADN, cuyo líder moral es Héctor Miguel Bautista López y quien apoya a Juan Zepeda Hernández, pero en este proceso interno buscó alianza con el grupo Galileo, cuyos líderes es Guadalupe Acosta Naranjo y Fernando Belaunzaran.

El grupo Galileo (cuyos orígenes es Nueva Izquierda) le ayudó a realizar algunos eventos como sucedió en Ixtapaluca, pero es mayormente desconocido en todo el Estado de México.

Aunque otra parte del grupo Galileo, de líderes mexiquenses, apoyan a Juan Zepeda.

Eduardo Neri, hizo un acto público en el comité nacional del PRD, para anunciar su suma al grupo Galileo, claro, apoyado por la secretaria general, Beatriz Mojica, de la corriente Nueva Izquierda.

Pero eso sí, le echa todo el lodo al precandidato más fuerte en el PRD mexiquense: Juan Zepeda.

Incluso, durante su presentación como grupo Galileo, exhibió la frase: Que no te compre Eruviel». Irónico.

Javier Salinas, lleva bien sus actos de precampaña, pero «lo pierde» su odio personal contra Juan Zepeda y también lo acusa de ser «candidato del PRI y del gobierno del Estado de México»

Ambos, Javier Salinas y Eduardo Neri, casi repiten las mismas acusaciones contra Juan Zepeda, por tener exceso de publicidad en espectaculares, por regalar relojes con el emblema del PRD, por ser el «candidato de Eruviel» con tal de desgastarlo políticamente ante la militancia y público elector.

Sin embargo, la verdadera fuerza electoral del PRD se verá el próximo 5 de marzo, en una elección abierta en la que participarán militantes y mexiquenses que quieran participar en el proceso interno.

Pero ya para el 5 de marzo, gane quien gane en las urnas, tendrá a un PRD mexiquense desgastado; arrojado al cuarto lugar en la preferencia electoral y el candidato tendrá verdaderas complicaciones para re posicionar a su partido político.

Aún es tiempo de escuchar el refrán de la abuela: «ven la tempestad y no se hincan». Sí quieren estar en la contienda electoral con las mismas posibilidades que Morena, el PRI y el PAN, tendrán que dejar sus egoísmos y ambiciones personales para que los precandidatos lleguen a un acuerdo y lancen a un solo candidato.

Tarea casi imposible por el grado de desgaste interno, pero ahí llegó el senador Luis Sánchez Jiménez, como coordinador de precampaña de Juan Zepeda, pero con la intención de buscar diálogo con los otros tres aspirantes para llegar a acuerdos.

¿Lo logrará? Todos creen que no. Esperemos respuestas. El choque de trenes amarillos el próximo 5 de marzo, se podría evitar.

PARA EL ARCHIVO…

No olvide estimado lector que miles de perredistas se fueron con Andrés Manuel López Obrador para formar su partido Morena y aún siguen huyendo del sol azteca.

Incluso, senadores como Alejandro Encinas, dejaron al PRD.

Así que como dice la abuela: «¡Ven la tempestad y no se hincan».