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25 abril, 2024

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Diario de Campaña

Raúl Río Valle

Enero 23 de 2017.- Un invierno caliente marca el inicio de 2017, con otro primero de enero turbulento que nos recuerda el de aquel ya lejano 1994 que fue, no una tarde, sino un año de perros de principio a fin. Algo parecido viviremos en el año que recién inició con una ola nacional de furia, ira e indignación contra el gasolinazo que amenaza con tumbar, ya no solamente a Peña, sino a los tres partidos que sostienen el régimen de corrupción que se niega a morir.
El derrumbe de Peña arrastra al despeñadero al PRI, al PRD y ahora también al PAN, además de toda la chiquillada partidaria. La única fuerza política que se presenta como oposición real y alternativa verdadera es MORENA, por ello es la única que crece.
En agosto de 2016 las encuestas del periódico Reforma ubicaba la intención del voto nacional por partido, registraba el avance del PAN y la caída del PRI, con estos porcentajes: PAN 27%; PRI 22%; MORENA 18%; Independientes 11%; PRD 6%; VERDE 5%; MC 3% y Otros 8%.
La misma encuesta señalaba que la caída de Peña no se detenía: En agosto el 73% de la población reprobaba su gestión y solamente el 23% la aprobaba. Para entonces Peña ya era el presidente más rechazado desde que se realizan mediciones demoscópicas.
La encuesta de Reforma publicada el 16 de diciembre del 2016, reflejaba que la única fuerza que creció durante el último trimestre de 2016 había sido MORENA, le daba a los partidos estos porcentajes: PAN 27%; PRI 22%; MORENA 22%; Independientes 11%; PRD 5%; MC 5%; PVEM 3% y Otros 5%. La calificación reprobatoria de Peña se mantenía en los mismos porcentajes: 73% lo reprobaba; 24% lo aprobaba. MORENA crecía mientras el PAN y el PRI se estancaban.
La situación cambiaría  dramáticamente en la encuesta de Reforma del 17 de enero de 2017. El efecto del gasolinazo era catastrófico para el PRI, el PAN bajaba al segundo lugar y MORENA de un salto llegó al primer lugar de la intención del voto, en el momento mismo en que iniciaban los cuatro procesos electorales del 2017. Los porcentajes por partido son: MORENA 27%; PAN 24%; PRI 17%, PRD 10%; Independientes 10%; MC 4%; PVEM 2% y Otros 6%.
La furia social contra el gasolinazo impulsado por Peña y avalado por todos los partidos, con la sola excepción de MORENA, fue implacable con Peña: Lo reprobó ya el 86% de la población y lo aprueba solamente el 12%. Según la misma encuesta de reforma.
Hay otras encuestas que ubican más alto a MORENA como la de SDPnoticias del 10 de enero que le dan 34%; también 24% al PAN y solamente 12% al PRI. O la de Ulises Beltrán muy comentada en Televisa que ubica la popularidad de Peña en el 8%.
Hay consenso de que la popularidad de Peña está en un digito. Y podemos suponer que la intención de voto hacia el PRI va de la mano con la caída del Peña y su intención de voto esté ubicado entre el 12% por lo bajo,  y el 17% por lo alto, o alrededor del 14.5% en promedio. Cualquiera de los tres números es una catástrofe para el PRI. Además Peña y el PRI siguen cayendo, la tendencia no se detiene.
Las posibilidades de triunfo unifican, las de derrota dividen. Disidencias y rebeldías han aflorado en el tricolor. El fuego lo abrió el ex gobernador de Chihuahua y actual senador Patricio Martínez, el dos de enero en una dura carta dirigida al no respetado dirigente del PRI Enrique Ochoa, manifestaba su rechazo al gasolinazo y pedía que el PRI no respaldara esa medida impuesta por economistas doctorados en el extranjero que desconocen la realidad mexicana.
Para Ulises Ruíz ex gobernador de Oaxaca, el PRI está en su peor crisis y llamó también a su dirigencia a no apoyar el gasolinazo y ver la manera en que se elegirá a su candidato para el 2018.
La ex gobernadora de Yucatán primero le contestó a Peña en un video la pregunta ¿ustedes que hubieran hecho? Lo cual en los estilos priistas ya era una insubordinación. Después de plano pidió licencia como diputada federal y se lanzó tempraneramente a buscar la candidatura del PRI para la presidencia de la república en 2018.
Manlio Fabio Beltrones que es, en opinión de muchos, la mano que mece las cunas de todas las rebeldías, ha cubierto el vacio dejado por Peña y Videgaray, con el arribo de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos y ha emitido un mensaje también en video, fijando su posición, que más que personal pareciera la que debieron dar Peña, Videgaray y Ochoa.
Quienes tal vez piensen que entregando en charola de plata a El Chapo, a Trump se le pasará la furia demostrada contra México. Peña y Videgaray llegarán débiles el 31 de enero a La Casa Blanca. No tienen propuesta, menos iniciativa. Y el país se le va como agua entre las manos.
Mientras tanto, los demonios internos del PRI andan tan sueltos por todo el país que ya llegaron a los terrenos del mismo Peña. En el Estado de México la sucesión de gobernador se les complica. La candidatura “independiente” de Isidro Pastor es un emplazamiento a sus vecinos, amigos (¿socios o ex socios políticos?) de Atlacomulco. Pero la filtración de los diálogos sostenidos entre Alfredo del Mazo González y el ex vocero de Peña en torno al autismo político de Peña, es insubordinarse a uno de los integrantes de la familia real de Atlacomulco, para aventarlo fuera del barco, que ubicado ya en el ojo del huracán hace agua y va a la deriva.
Peña ha jalado al PRI nacional en su caída. Y el priismo mexiquense, por más que lo negaran, también han sido arrastrados por los vientos huracanados. Las rebeldías se reproducen, los golpes bajos están de a peso y el caos se presenta como una posibilidad. Por lo pronto para el priismo mexiquense hay tres espacios de disputa: El candidat@ al gobierno del Estado de México, la presidencia del PRI nacional y la candidatura a la presidencia de la república de 2018.
En la candidatura para la presidencia de la república es casi imposible que les toque, la dirigencia del PRI el priismo nacional es seguro que se las negará y la disputa por la candidatura al gobierno del estado, por ello, ha desatado una feroz disputa. Con todo y que Peña haya enviado a Osorio Chong con el viejo cuento de que no se hagan bolas, que el candidato lo pone el primer priista del país, la indisciplina es intensa.
Peor aun, que cuando lo único que se pudiera pensar lógico le tocara al PRI mexiquense, el gobernador del estado, ya tampoco es seguro. En medio de la inmensa debacle del Peña y del PRI, ya no tienen la certidumbre de que gane su candidat@. El avance de MORENA en el país ya se ve reflejado en los que han sido los dominios de Atlacomulco.
La encuesta interna del PAN difundida por Ciro Gómez Leyva desde ImagenTV el viernes pasado es contundente, en la actual intención de voto por posibles candidatos: Delfina Gómez de MORENA el 26%; Alfredo del Mazo Maza del PRI 19%; Carlos Madrazo por el PAN 11% y Alejandro Encinas por el PRD 11%.
Peor aun cuando parece consolidada la tendencia a la extinción de la chiquillada partidaria.  Ahora la unión de logotipos partidarios en alianza, ya no le es atractiva a la ciudadanía. Por si acaso, en la elección para gobernador del Estado de México se registrarán dos coaliciones: Una integrada por el PRI-PVEM-PANAL-PES; la otra por el PRD-PT-MC.
Todo indica que la competencia se centrará en la disputa de MORENA contra el PRI y sus tres famélicos aliados. Mientras que la alianza del PRD con el PT y el MC buscará denodadamente no caer en un digito por resultado.
Mientras tanto la lucha callejera contra el gasolinazo no cesa y más bien se puede incrementar con los aumentos ya programados para febrero, reforzando la movilización con la incorporación de sectores sociales organizados que encuentran en ese espacio la oportunidad de meter sus demandas particulares.
El PRI mexiquense está colocado, por meritos propios, ante la posibilidad de perder el gobierno del estado. Y apenas comienzan las precampañas. Así son las paradojas, cuando más alto vuelas, más dura es la caída.

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