Por Roberto Acevedo
Policías municipales secuestran a joven y lo obligan a retirar efectivo de un cajero automático, sin embargo no lo liberan y exigen 6 mil pesos más a la familia, como no entregaron esa cantidad lo remiten a las galeras, donde el juez conciliador pedía 3 mil pesos para dar la salida, pues según era acusado de posesión de droga.
Al filo de las 12 de la noche tres elementos de la policía local sobre el eje tres interceptan a Juan Carlos Gutiérrez Mota, cuando este se dirigía a su domicilio en San Pablo de las Salinas, en este municipio.
Bajo el argumento que era un operativo de seguridad, los uniformados lo detienen y le exigen que saque lo que trae en los bolsillos, como se opone lo suben a la unidad policiaca a golpes.
Una vez en el interior de la patrulla le revisan los bolsillos y le encuentran la tarjeta bancaria, por lo cual se dirigen al Bancomer que se encuentra en la tienda departamental Soriana, donde lo obligan a retirar dinero, pero se molestan cuando sólo les entrega 2 mil pesos.
Durante dos horas lo pasearon por el territorio municipal, hasta que la familia entregara los 6 mil pesos, sin embargo como no dieron esa cantidad, lo llevaron primero a la cárcel que se encuentra en la delegación de San Pablo, y horas más tarde lo llevaron ante el juez conciliador.
En las galeras permaneció por un lapso de 9 horas, sin embargo el juez Conciliador para hacer la liberación pedía 3 mil pesos, aún cuando hubiera cometido un delito no lo remitieron ante el agente del ministerio público, sólo lo estaban extorsionando a la familia.
En las oficinas de la policía local, negaron los nombres de los policías que remitieron a Juan Carlos, luego que lo golpearon, robaron, los familiares pretendían acudir a las oficinas de los derechos humanos, sin embargo carecen de esta información.
Por su parte, el afectado identifica físicamente a los policías agresores y ladrones, aunque tiene temor de represalias futuras.
Por ello, los familiares responsabilizan a los uniformados de suceder un accidente a Juan Carlos, luego de ser amenazado de hacer alguna denuncia o acudir a la mesa de responsabilidades o alguna dependencia estatal o federal.
Sin embargo ninguna autoridad de Tultitlán le interesa los abusos de la policía contra la población, pero sí alguna situación afectará a un político inmediatamente se resuelve.
Un ejemplo fue el robo e una camioneta que sufrió un alto político en el municipio de Izcalli, en la zona de bancos y que creen inmediatamente que aparece.
Pero sí a cualquier ciudadano le desparecen su automóvil ya nunca aparece o la policía judicial le pide dinero para devolverlo, este es el país en que nos tocó vivir, un México que se está cayendo a pedazo por los abusos de la policía que son los que protegen a los delincuentes, los que los tienen a renta y “los funcionarios que permiten infinidad de abusos que, nada Manuel nada?”.
Así es amigo Roberto Acevedo, lo mas triste es que la solución se ve muy lejana, pues hasta el mismo presidente de la republica esta protegiendo a estos ladrones con credencial de policía.