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24 abril, 2024

JUAN LÁZARO SANTIAGO

No hay un solo día de que Nezahualcóyotl tenga un hecho violento. Desde ejecutados en bares, descabezados, acribillados por no pagar extorsión o por simple asalto callejero. Todos los días, una o dos familias sufre el dolor de perder a un ser querido. En esta ocasión, este domingo 16 de septiembre,  les tocó a la clase políticas del PRI, perder uno de sus hombres.

Solo el presidente municipal de Nezahualcóyotl, José Salinas Navarro, quiere tapar el sol con un dedo, no ve la realidad ni la violencia en que se vive en esa ciudad, pero hoy, Jaime Serrano Cedillo, uno de sus habitantes, su amigo, su correligionario de partido, fue asesinado, cayó en esa espiral de inseguridad que se vive todos los días, a todas horas en Nezahualcóyotl.

Serrano no era un simple priísta más, no amigos lectores, era una persona de mucha confianza del gobernador Eruviel Ávila Villegas, su colaborador, su amigo. Jaime convivió, platicó, escuchó y tuvo sus confidencias con Ávila cuando éste era subsecretario de gobierno en Nezahualcóyotl, luego en Ecatepec.

Serrano Cedillo era uno de los pocos hombres cercanos a Ávila Villegas en los momentos más difíciles de negociaciones políticas en la zona oriente del estado de México. Se movía igual que en Amecameca, Chalco, Ecatepec, San Juan Teotihuacán, Coacalco, entre otros municipios para resolver conflictos como toma de palacios, bloqueo carreteros, marchas y mantener de alguna forma la paz social en el oriente mexiquense.

Por ello, su asesinato indignó al gobernador Eruviel Ávila, quien en cuestión de minutos – luego de que se enteró del crimen-, ordenó a su procurador Miguel Ángel Contreras Nieto, hacerse del cargo para investigar y dar con él o los responsables.

Todo el aparato gubernamental, la clase política de Nezahualcóyotl y del estado de México, se alertaron al conocer del asesinato, incluso, las condolencias también fueron dadas por el presidente electo, Enrique Peña Nieto y su brazo derecho, Luis Videgaray, que se estremecieron por este hecho.

El procurador Nieto Contreras se apersonó en Nezahualcóyotl, encabezó las investigaciones y se dice que ya hay sospechosos que se interrogan para saber el motivo del asesinato, si fue por asalto, venganza u otro motivo.

Esperemos que en cuestión de horas o días, Miguel Ángel Contreras, de a conocer los motivos del crimen, pero también solicitamos reflexionar a la clase gobernante del estado de México, que es hora, de cambiar de estrategia para acabar con esa inseguridad que nos tiene con el miedo a flor de piel.

Ahora, le tocó a nuestro amigo Jaime Serrano Cedillo ¿Mañana a quién?

Pero también como simples ciudadanos le pedimos al gobernador Eruviel  Ávila y al procurador Miguel Ángel Contreras Nieto que actúe con la misma celeridad en otros crímenes que ocurren constantemente en Nezahualcóyotl y en otros puntos del estado de México.

Hay un sinfín de casos no resueltos de asesinatos por asaltos en negocios –recuerde al muchacho que acribillaron dentro de su negocio de internet en Chalco-, por ejecuciones, por robo de auto o tan simple por quitarles un celular en la vía pública.

El estado de México perdió la tranquilidad y la paz durante los últimos gobierno de Arturo Montiel Rojas,  Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila Villegas. El estado de México está en esa espiral de inseguridad que domina en casi todo el país.

Pero Eruviel tiene la oportunidad y todo el apoyo de la sociedad mexiquense para recuperar esa tranquilidad en las calles. Es momento que monte acuerdos con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con la policía federal, con la Procuraduría General de la República y con quien sea para que nos regrese la paz social.

Platicando con líderes sociales, me establecieron que es necesario que incluso la Secretaría de Marina entre al estado de México para ayudar a combatir los puntos rojos, donde la delincuencia común y el crimen organizado están desatados.

Nezahualcóyotl es un punto rojo, Chalco, Valle de Chalco, Ixtapaluca, Texcoco, Chimalhuacán, Amecameca, Chicoloapan, son otros puntos rojos en el oriente mexiquense, pero nadie en las estructuras del poder político mueve un solo dedo para erradicar esa violenta inseguridad con la que convivimos todos los días.

PARA EL ARCHIVO…

A principios del 2010, cuando la matanza de 12 estudiantes y dos adultos en ciudad Juárez, escribí en esta columna, que esos hechos que se veían en el norte del país, pronto las tendríamos en el estado de México, sí los responsables de los gobiernos –federal, estatal y municipal-no tomaba sus medidas preventivas.

Y pasó. Recuerden: Uno de los primeros crímenes masivos que nos estremeció en el estado de México, fue el de los 24 albañiles que fueron ejecutados en La Marquesa el 13 de septiembre del 2008, luego, el ocho de julio del 2011, 10 hombres y una mujer fueron ejecutados cerca de un pozo de agua en Valle de Chalco; los policías cinco asesinados en Ixtapaluca y otros fusilados en ese mismo municipio el 19 de septiembre del 2011.

Podemos recordar más casos, pero para algunos políticos, no pasa nada en el estado de México.

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